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Mindfulness, o atención plena, es la capacidad de darme cuenta, momento a momento, de mi experiencia y poder aceptarla amorosamente, sea cual sea su contenido.

No es solo meditar, es vivir con ciertas actitudes de:
• amabilidad,
• paciencia,
• aceptación,
• compasión,
• sin juicio,
• esfuerzo amable, relajado, sin forzar,
• curiosidad; sin expectativas,
• mente de principiante (apertura a la experiencia),
• desapego,
• confianza,
• compromiso y determinación.


Es una actitud personal ante la propia vida.
Decimos que mindfulness es un camino, ¿por qué? Pues porque su práctica se desarrolla a lo largo de la vida. A veces estaremos en el camino, a veces nos saldremos de él, a veces tendremos la sensación de se hace cuesta arriba, y otras de que vamos muy rápido. Por ello, el resultado será proporcional a tu implicación y compromiso con la práctica.

¿Qué no es y qué es mindfulness?
• No es una terapia psicológica
• No es no hacer nada, dejar de pensar.
• No es solo relajación.
• No es solo meditar.
• Mindfulness no hará que siempre seas feliz, que no tengas problemas.
• No es fácil ni inmediato.
Sí es…
• Observar lo qué hay en ti.
• Vivir la experiencia del presente.
• Ser consciente de cómo te sientes, qué piensas y cómo está tu cuerpo.
• Ser amable, no juzgar, soltar expectativas, ser paciente, tener curiosidad, no apegarse, aceptar…
• Vivir consciente, soltar el piloto automático.
Si quieres leer otra explicación sobre qué es y qué no es: https://pilarncolorado.com/lo-que-no-es-mindfulness

Rut García Lázaro

Profesora de inglés en secundaria
Master en Neuropsicologia y Educación
Especialista en educación mindfulness para niños, adolescentes, docentes y familias